Érase una vez un planeta y un satélite que se querían mucho y viajaban juntos por la galaxia. Pero había algo que les hacía distintos y especiales porque, extrañamente, era el planeta el orbitaba alrededor del satélite. Cierto es que los planetas, satélites y cometas con los que se cruzaban de vez en cuando, se quedaban sorprendidos al ver un planeta dando vueltas alrededor de su satélite, pero esto les hacía sentirse aún más especiales. Pasaban el tiempo charlando, inventando juegos y contando historias. Cuando les caían pequeños meteoritos, se reían por las cosquillas, y si alguna vez les caía uno grande, se consolaban mutuamente hasta que se les pasaba el dolor. Estuvieron mucho tiempo viajando juntos por el universo, ellos dos solos, y contemplaron los fenómenos más impresionantes, siempre uno cerca del otro y sintiendo que el amor les unía cada día un poco más. Había incluso algunas veces, cuando sus órbitas alcanzaban el punto más próximo, que sentí...
Colección de cuentos dedicados a la pequeña personita que vino a iluminar mi vida.